La disenadora
Alice Berry siempre ha sido una apasionada del mundo de la moda y las profesiones artísticas. Desde muy joven ya le gustaba dibujar, crear y fabricar con sus "manitas". La costura y la creación se consolidaron rápidamente como su vocación.
En París, se incorporó al departamento de calidad de una gran casa de lujo francesa y en pocos años dio forma a su atención al detalle y se sumergió en uno de los mayores conocimientos técnicos franceses. Habiendo alcanzado un nuevo punto de inflexión en su vida, decide compartir sus creaciones y abrir su propio taller.
Su universo refinado y ultrafemenino coquetea con lo vintage. Le permite ofrecer vestidos con un estilo atemporal, sublimando el cuerpo y enfatizando la feminidad. La diseñadora tiene predilección por los cortes a medida, los bordados con pedrería a mano y las delicadas incrustaciones de encaje. La mujer Alice Berry es elegante y sofisticada, segura de sí misma y natural, encarna tanto el encanto de Audrey Hepburn como la elegancia de Grace Kelly.